martes, 13 de octubre de 2015

LUIGI STORNAIOLO

BIOGRAFÍA Y PINTURAS DE LUIGI STORNAIOLO 
Luigi Stornaiolo Pimentel, pintor quiteño de amplia trayectoria, quien ha llevado sus trabajos a varios países del mundo. Es el ganador de Premio Eugenio Espejo en la categoría de Actividades Artísticas, galardón que el Gobierno Nacional, entrega a las figuras más representativas de la cultura ecuatoriana. “Toda su vida ha sido un crítico mordaz de esta sociedad fatua y vacía.
Nació en Quito en el año de 1956. Ha expuesto su obra en Ecuador, Australia, Argentina, Estados Unidos, Brasil, Perú, Italia. También ha participado en las Bienales de Venecia, Sao Paulo, Trujillo y Cuenca. Entre sus pinturas se destacan: ‘Baile como de amplio prestigio en el medio’, ‘Espectáculos energumenescos de gente ebria en noche plenilunada’,  ‘Streeptease en la mariscal’.
Luigi, cuenta que descubrió su amor por el arte desde niño, cuando su padre le regaló un libro de dibujo. “A los siete años me enfermé de gripe y tuve que guardar cama. Entonces mi padre me regaló un texto que se llama ‘Cómo dibujar’, para que no me aburra encerrado en mi cuarto. Así fue que empecé a dar mis primeros trazos. Todavía guardo el regalo que me hizo mi padre”.

Estudió arquitectura en la Universidad Central del Ecuador y de historia del arte en Europa. Su primera exposición individual la realizó en 1980, en Quito, en la Galería Club de Arte y la última en el 2011 en la sala ‘Juan Villafuerte’ del Ministerio de Cultura.

Los ochenta fueron sus años de apogeo. Pintaba alrededor de 18 horas días y su cuadros se vendían muy bien. “Llegué a realizar hasta 5 obras diarias que me dejaban una buena cantidad de plata, pude comprar dos casas y dos autos, todo iba de viento en popa”, cuenta.

La realidad cambió cuando el artista cumplió 40 años, pues fue víctima de una enfermedad degenerativa llamada arterosclerosis. “Los médicos me dictaminaron que con el tiempo no podría volver a pintar”, sostuvo Andrés Villalba, autor del texto ‘Luigi Stornaiolo, El arte de la digresión’. La noticia lo sumió en una profunda depresión y además empezó a sufrir la incapacidad de su mano derecha. Pasó varios años en el anonimato, encerrado en su mundo leyendo libros de arte, hasta que un día salió nuevamente a la luz.


 Pinturas

La  mayoría de sus obras se caracterizan por desmontar figuras icónicas y tener una crítica de la sociedad a través de la sátira. Este pintor ecuatoriano explota en sus lienzos contrastes cromáticos y utiliza la estética de lo grotesco, sin convencionalidades.
Las obras de Luigi han sido catalogadas como un neorrealismo social, sus cuadros transmiten una fuerza inimaginable, la mayoría de sus obras son en lienzos grandes.
En estas obras se puede presenciar la perspectiva urbana, la relación con la cuidad de Quito.
Sus primeras exposiciones; causaron gran conmoción por las imágenes plasmadas en los lienzos, imágenes cargadas de un fuerte expresionismo.



La muestra de Luigi Stornaiolo se inauguró en un nuevo espacio para el arte y la cultura en Quito que, generosamente, la Asociación de Funcionarios y Empleados del Servicio Exterior Ecuatoriano, AFESE, ha puesto a la disposición de la comunidad. Este espacio queda en la calle U. Páez y Roca y la exhibición estará abierta hasta el 14 de noviembre.

La obra de este brillante artista ecuatoriano, a quién considero un filósofo pesimista del Ser. Blasfemo y creyente, corrosivo y moralista, Stornaiolo convive, en la promiscuidad más absoluta, con todas sus personalidades. Su obra recorre un caleidoscopio de la infamia, grita su repugnancia, su aversión, su desprecio a una parte de lo que somos; entretanto, una explosión de fuerzas encontradas se entrechocan y se destruyen mutuamente. El ser humano, vencido en densas pesadillas de fango, en un efluvio corrupto, de pestilencia pegajosa y errática, no puede sino verse atrapado en la seducción de lo infecto. La escoria, engendros del azar y el hastío que desde un quinto piso apestan a cama trasnochada y a sudor obediente, llenos de perfidia y de lagañas, llenos de amargura, de pantomimas, desencajados y erráticos.




Su pintura perpetúa un diálogo con la humanidad y no renuncia hoy a su presencia ni a su actualidad. A pesar de sus arduas circunstancias vitales, Luigi continúa forzando a la naturaleza, exprimiéndole sentimientos, críticas y miedos. Es la lucha de la creatividad contra la nada.
La degradación de las ‘almas cariadas’, como diría Girondo, es una constante en la obra de Stornaiolo. En un clima de asfixia, una corriente corpórea de miembros sacude el lienzo y no nos deja impávidos, un hedor pegajoso y errante nos contamina con su efluvio corrupto. Esa agresividad ambivalente está cargada de una ironía moralizante, una ética religiosa que germina desde su infancia a través de su educación en un colegio católico. Es la náusea que siente por una parte de lo humano, esa dicotomía de lo que somos: una parte de nosotros es mirada como perteneciente a un mundo condenado a la perdición…el artista, en una especie de maniqueísmo, nos juzga y, al mismo tiempo, se juzga a sí mismo, a su parte más débil. Los personajes que representa son seres de una idiotez purulenta, de gestos leprosos que inspiran aversión y desprecio. En una palabra, cada cuadro incluye un dilema moral, un pesimismo sistemático que se cuela en casi todos los resquicios. El ser no es individual sino representa parte de una masa amorfa, amoral e irreverente.
















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